A Iglesias, que había evitado hasta ahora aparecer ante los medios para no contestar sobre esta cuestión, le abordaron en pleno simulacro de incendio en el Congreso de los Diputados, y respondió pese a echar en cara a los periodistas que “habría que respetar ciertas cosas”, como el simulacro de fuego.

Antes de referirse al Código Ético, que sólo mencionó en el último momento, el líder de Podemos desaconsejó “hacer declaraciones” sobre la crisis porque para conseguir repetir candidatura a las elecciones municipales con la alcaldesa, Manuela Carmena, hace falta “discreción”.

“Nosotros vamos a seguir trabajando para que Manuela Camena sea alcaldesa en una candidatura con Podemos, con Izquierda Unida y con los independientes que ella decida. Para conseguir eso hay que hacerlo con discreción. La gente está harta de llevar cuestiones internas a los medios de comunicación”, proclamó.

“Por eso, yo no voy a hacer declaraciones sobre este asunto. Lo que voy a hacer es trabajar para que logremos esta candidatura. La gente que ha apoyado a Manuela Carmena, la gente que ha apoyado a Podemos está harta de dar una imagen como la que estamos dando en los medios de comunicación”, reiteró.

CUMPLIR EL CÓDIGO ÉTICO

En el último momento emitió su única valoración sobre el fondo del asunto, la suspensión cautelar de su militancia en Podemos de seis concelajes afines a Carmena por no haber cumplido con el requisito de presentarse a las primarias debido a desavenencias con el secretario general de Podemos Madrid, Julio Rodríguez: “Evidentemente, todos estamos obligados a cumplir con el Código Ético”.

Ayer, fuentes de la dirección estatal de Podemos aseguraron a Servimedia que la Ejecutiva liderada por Iglesias "no interviene aquí para nada", y desde el entorno de Rodríguez suscribieron que éste no informó a dicha dirección al presentar al Consejo de Coordinación regional su petición de suspensión de militancia a los ediles.

No obstante, ni desde la Ejecutiva estatal, ni desde la autonómica ni desde la municipal quisieron aclarar si la primera tuvo conocimiento de la iniciativa antes de que se votara. Si la hubiera conocido, el no detenerla supondría cierta aquiescencia tácita.

Según pudo saber esta agencia, en la dirección de Iglesias hubo personas partidarias de la suspensión y otras que preferían obviar la indisciplina de los ediles para facilitar la candidatura conjunta con Carmena, que sigue siendo la prioridad de Podemos.