Sánchez señaló el pasado mes de julio en el Congreso que uno de los retos de su Gobierno sería “fortalecer y recuperar la política de cooperación al desarrollo como un elemento definitorio de la política exterior de España”.

Además, la coordinadora pidió en un comunicado a los grupos parlamentarios que “asuman la responsabilidad que les corresponde en un contexto político como el actual” y recordó que hace menos de un año aprobaron por consenso una proposición no de ley en la que instaban al Gobierno a que destine un 0,4% de la RNB a Ayuda Oficial al Desarrollo en 2020.

“Es sorprendente que el acuerdo sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2019 suscrito entre PSOE y Unidos Podemos no recoja ni una sola línea sobre cooperación para el desarrollo. Si no es ahora, ¿cuándo?”, indicó la coordinadora.

Tras casi una década de caída en picado, la política de cooperación española se encuentra en mínimos y está a la cola de Europa. Los recortes en esta materia llegaron a alcanzar un 70%, un porcentaje que aumenta hasta casi 90% en el caso de la ayuda humanitaria. En 2017, España destinó sólo un 0,19% a cooperación, según datos de la OCDE.

35 MILLONES DE PERSONAS VULNERABLES

La coordinadora recalcó que esa merma de recursos ha supuesto “importantes consecuencias” para la vida de los 35 millones personas vulnerables con quienes trabajan las organizaciones en 105 países, situación que constrasta con el compromiso de los ciudadanos porque la sociedad española ha aumentado un 45% sus aportaciones a las ONG en los años de crisis económica.

Para la coordinadora, los Presupuestos Generales del Estado para 2019 son “una excelente oportunidad para abandonar el vagón de cola europeo y avanzar hacia el 0,40% en 2020 y el 0,7% hasta 2030, tal como Pedro Sánchez se ha comprometido en distintos espacios nacionales e internacionales”.

Las ONG para el desarrollo indicaron que “los niveles de desigualdad que a escala planetaria son escandalosos”, puesto que las 62 personas más ricas del mundo poseen los mismos recursos que la mitad de la población más pobre, casi 70 millones de personas han abandonado sus hogares por conflictos armados o violaciones de derechos humanos y otros 244 millones de personas se han visto forzadas a desplazarse por la pobreza o el cambio climático.