Ribera hizo estas consideraciones en un comunidado después de que su departamento haya distribuido este martes a los grupos parlamentarios del Congreso, otras administraciones públicas y representantes de sectores implicados un documento con las líneas generales de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que el Ministerio quiere consensuar antes de ser aprobado por el Consejo de Ministros e iniciar así la tramitación parlamentaria.

Ese texto normativo incluirá medidas como que no se podrá vender o matricular coches y furgonetas diésel y gasolina desde 2040, que España tendrá un sistema eléctrico basado exclusivamente en fuentes de generación de origen renovable en 2050 y que el ‘fracking’ para la explotación de hidrocarburos estará totalmente prohibido en 2040.

“Nuestra propuesta plantea reducir en un tercio las emisiones de gases de efecto invernadero actuales de España en tan sólo una década, lo que consideramos un hito a nivel internacional y una muestra de nuestro firme compromiso con la lucha contra el cambio climático”, indicó Ribera.

La ministra subrayó que la ley dará “señales claras y predecibles a los inversores y resto de agentes económicos del modelo de desarrollo descarbonizado al que se dirige España”. “La transición hacia una economía neutra en carbono en 2050 generará progreso y empleo estable y de calidad, y presenta grandes oportunidades económicas que España debe aprovechar”, apostilló.

Ribera recalcó que “España es un país altamente vulnerable al cambio climático y su ciudadanía está totalmente concienciada de la magnitud del problema”. “Nuestra propuesta recoge el sentir unánime de la sociedad española de que hay que poner en marcha un marco regulatorio estable y predecible que guíe la transición hacia un desarrollo libre de emisiones, y que convierta este proceso en una oportunidad para un crecimiento más justo y solidario”, concluyó.