Casado se pronunció en estos términos ante el Grupo Parlamentario Popular del Senado, un día después de que la ex secretaria general María Dolores de Cospedal abandonase la Ejecutiva Nacional del PP tras salir a la luz diferentes extractos de sus conversaciones con el ex comisario José Manuel Villarejo.

Ante los senadores populares, Casado aludió a las “filtraciones interesadas que nos quieren marcar la agenda” y abogó por mantener un “equilibrio” entre la exigencia y la justicia, para así “tomar las medidas que se esperan de nosotros pero sin caer en afanes inquisitoriales” que al final serían una “injusticia”.

El líder del PP recalcó su “absoluto compromiso” con “la ejemplaridad, la transparencia y con la rendición de cuentas”. “En este partido no se tolera la corrupción y en este partido tampoco se toleran prácticas que no sean ejemplares aunque no conlleven ningún tipo de delito relacionado con la corrupción”, sentenció.