Según detalló el comité, el motivo principal es exigir al organismo “que asuma sus responsabilidades en relación con la toma de decisiones” del equipo directivo de la imprenta y que, a su juicio, supone un “desmantelamiento” de la capacidad industrial “por la pérdida de profesionales”.

Los paros arrancarán mañana, miércoles, con intención de mantenerlos de no ver atendidas sus reclamaciones. El detonante que esgrimen es la citada apertura de expedientes disciplinarios “de forma masiva e injustificada, más de treinta en diez días, contra casi todos los trabajadores y trabajadoras de un taller.

Desde el comité aseguran que se trata de “una huída hacia delante” de la ejecutiva, con una medida “ineficaz y agresiva” que pone en entredicho la profesionalidad de los trabajadores, para “justificar las deficiencias de su gestión ante el Banco de España”.

Con la protesta buscan el cierre, “sin efectos”, de los expedientes disciplinarios y garantías de futuro para la empresa, mediante la estabilización de la plantilla y el mantenimiento de los conocimientos profesionales con planes formativos, y exigen al Banco de España el cese del actual equipo directivo como asunción de responsabilidades en el deterioro del empleo.

En este sentido, detallan que Imbisa ha sido sancionada por la Inspección de Trabajo por utilizar la contratación temporal en puestos estructurales “de forma fraudulenta” –hoy la temporalidad supera el 20% de la plantilla-, y desde su fundación en noviembre de 2015 ha visto mermada la plantilla en un 18% con jubilaciones o excedencias.

Su intención es mantener las protestas si no logran sus objetivos todos los miércoles de noviembre, con paros de una hora por turno de trabajo y concentraciones en la puerta del Museo de la Casa de la Moneda.