Así lo indicó a los medios tras presentar al alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, en un desayuno informativo organizado por Executive Forum España.

Gabilondo señaló que hay que ver cómo acaba el tema de las hipotecas en el Tribunal Supremo, pero “lo que sí está claro es que las cosas no se han hecho bien para mi gusto”, lo que “ha provocado una confusión y ha producido también que se debiliten instituciones, que es muy preocupante”.

A este respecto, opinó que los ciudadanos “tienen la idea de que siempre van a pagar ellos, se decida lo que se decida”. Por ello, añadió que le parece importante “que se trabaje más despacio hasta el final, para garantizar que cada uno asuma su propia responsabilidad”.

Gabilondo remarcó que una decisión tomada por el Supremo “es una decisión consistente, que sienta precedente”, pero matizó que “otra cosa es que se arbitren procedimientos para su abdicación o cómo se entiende su aplicación, pero hay una sentencia establecida”.

“Otra cosa es que se haya considerado que haya que hacer una gran reunión para ver si se ratifica o qué alcance tiene eso, pero insisto en que no se han hecho las cosas bien”, apostilló el portavoz del PSOE en la Asamblea madrileña.

Respecto a la cuestión de si está preocupado por si la Comunidad de Madrid tiene que devolver miles de millones de euros, Gabilondo reconoció que sí, que “nos preocupa a todos si realmente es lo que ocurre, pero vamos a ver en qué acaba”.

FLEXIBILIZACIÓN DEL TECHO DE GASTO

En relación a una posible flexibilización del techo de gasto, Gabilondo afirmó que “hay que flexibilizar en aquellos ayuntamientos que actúan adecuadamente y tengan superávit, para que puedan emplear ello en beneficio de los servicios públicos de la ciudadanía, que hoy no es así”.

Por tanto, “es un estímulo a hacer las cosas bien y no generar deuda, no como sucede en los nuevos presupuestos de la Comunidad de Madrid, donde se incrementa la deuda de manera inquietamente, que lo que hace es empantanar a las siguientes generaciones”. “Se atienden intereses que no son siempre colectivos”, concluyó.