Así lo planteó la ministra Isabel Celaá durante la presentación de la jornada ‘Educar para el siglo XXI. Desafíos y propuestas sobre la profesión docente’, que se celebra en Madrid y con la que el Ministerio de Educación y FP busca propuestas de cara a elaborar políticas concretas dirigidas al profesorado.

Este foro, en el que participan expertos en educación, busca, según el Ministerio, “consensos” para atajar las políticas que competen al profesorado y que “llevan ya demasiado tiempo pendientes”.

El Gobierno plantea algunas cuestiones clave para esas políticas, como la calidad del profesorado y que éste esté integrado “por los mejores”. “Una de las primeras claves para avanzar es conseguir que los jóvenes, cuando van a elegir los estudios universitarios, consideren una opción atractiva dedicarse a la docencia”, subrayó la ministra.

En ese punto, Celaá planteó si convendría establecer algún tipo de prueba o requisito para acceder a los estudios de Magisterio y al máster para acceder a una plaza de profesor de Secundaria.

También pidió reflexionar sobre “establecer una fase de introducción a la práctica en la que el nuevo docente esté arropado y apoyado por expertos en esta tarea de acompañamiento, de forma que pueda consolidar sus competencias antes de asumir de forma autónoma su trabajo”.

Asimismo, apuntó a la necesidad de fortalecer las estructuras de colaboración dentro de los centros escolares, lo que implica garantizar en el horario laboral tiempos de reflexión conjunta “tan importantes como las horas lectivas”; mejorar la estabilidad de las plantillas; promover un modelo de formación permanente, y evaluar la capacidad de trabajar en equipo en proyectos comunes.

EVALUACIÓN

El foro también se ocupará del sistema de evaluación que el Gobierno quiere implantar. “No podemos dejar de establecer un sistema de evaluación riguroso y confiable que permita a todos aquellos que lo deseen recibir una información sobre su quehacer docente y que les ayude así a seguir avanzando en su práctica y mejorar también las condiciones laborales en las que la ejercen”, destacó.

En su opinión, se trata de establecer un “difícil pero necesario equilibrio entre exigencia y apoyo”. “Queremos los mejores docentes, pero, para ello, debemos darles todo nuestro apoyo”, recalcó.

De forma paralela al foro el Ministerio ha abierto el espacio de participación virtual ‘#yosoyprofe’ para recoger las aportaciones que cualquier docente quiera realizar a través de Twitter y de la página web dedicada específicamente a este proyecto. Las síntesis de las aportaciones presenciales y virtuales se recogerán dentro de tres meses en un documento sobre el que trabajará el Gobierno.

INGREDIENTES DE LAS POLÍTICAS

Tras la intervención de Celaá, tomó la palabra el director de la División de Asesoramiento e Implementación de la Dirección de Educación y Habilidades de la OCDE, Paulo Santiago, para hablar sobre políticas de éxito en el desarrollo profesional docente.

El experto propuso los “cinco ingredientes fundamentales” que debe tener una política docente, que pasan por “profesionalizar” la enseñanza; seleccionar “los docentes adecuados a las necesidades del sistema y de los centros educativos”; “reconocer competencias y experiencias adquiridas” de los profesionales; “crear condiciones para un trabajo efectivo en el centro” y “promover el desarrollo continuo de competencias en beneficio de comunidades de aprendizaje”.