Según informó el Ayuntamiento de Madrid, los trabajos, iniciados en el mes de octubre, finalizarán en febrero. Entre las actuaciones de mejora se encuentra la renovación de pavimentos de caminos y zonas estanciales, mejora de usos recreativos y de elementos vegetales y reparación de accesos. El presupuesto de 894.696,48 euros está cargado a las Inversiones Financieramente Sostenibles de 2017.

El proyecto de rehabilitación cuenta con dos zonas, una alta y otra baja. En esta última se realizarán actuaciones más superficiales como mejorar la accesibilidad, acortar recorridos en las sendas existentes y desbrozar plantaciones que hacen complicado su mantenimiento y generan barreras visuales. En la zona alta se ha diseñado una gran plaza cívica donde confluirán todas las edificaciones, caminos y accesos, suprimiendo la escalinata que da a la glorieta.

La parte nueva de esta zona cambiará su estructura completamente, sustituyendo el paseo central, que en la actualidad divide el espacio en pequeños cuarteles, por unos itinerarios transversales que doten de una mayor permeabilidad, conectando el carril bici-pie, con el parque y la calle. Se consiguen de este modo zonas más grandes, destinadas a usos deportivos y juegos infantiles. Asimismo se construirá un circuito deportivo elemental y una nueva zona de juegos infantiles accesibles e inclusivos. Este espacio servirá a la vez de acceso a la futura pista de 'skate', bici BMX y patinaje. Para el ‘skate park’ se reservan dos zonas. Una urbanizada con arbolado donde se podrán desarrollar rampas, barandillas y escaleras y otra libre y sin vegetación para construir un espacio 'bowl', que consiste en un gran hoyo con fuertes pendientes para monopatines.

Además, la zona canina se trasladará a la zona alta del parque, donde se prevé un gran espacio de 430 metros cuadrados con la incorporación de elementos específicos de un circuito ‘agility’ para mascotas (salto, túnel, rampa, etc) y con el objetivo de convertirse en lugar de encuentro y socialización. También se adaptarán las zonas arbustivas a la densidad real de la vegetación actual, redistribuyendo las zonas de pradera para mejorar la visibilidad.