Así se pronunció el jefe del Ejecutivo durante su intervención ante el Pleno del Congreso de los Diputados, en el que explicó la posición del Gobierno español referida a la venta de armamento a Arabia Saudí, a petición de Unidos Podemos y ERC.

El debate en la Cámara Baja estuvo marcado por la muerte en el consulado de Arabia Saudí en Estambul del periodista Jamal Kashoggi y por la petición del Gobierno alemán a sus socios europeos de paralizar la venta de armas al régimen saudí.

Sánchez dijo participar de la “consternación” y del “rechazo” por el “asesinato” de Jamal Kashoggi, ante el que “nadie puede mirar hacia otro lado”.

Asimismo, reclamó el desarrollo de una investigación para “esclarecer los hechos” y pidió que la Justicia actúe para que “caiga todo el peso de la ley sobre los responsables de este terrible crimen”.

No obstante, advirtió de que “la gravedad de hechos” no le debe impedir actuar “con responsabilidad”, “defendiendo los intereses españoles, con plena autonomía y siempre con la obligación de poner la vista en el largo plazo”.

Por todo ello, dejó claro que su Gobierno se esforzará por defender el “multilateralismo, los derechos humanos, la paz y la libertad” sin dejar de lado la protección de los intereses de aquellas empresas españolas que operan en Arabia Saudí.

También confirmó que el Gobierno está trabajando en una propuesta que le sitúe “a la cabeza” y que será “pionera” en “controles de verificación y transparencia”.

MATERIAL DE DEFENSA Y DOBLE USO

Remarcó que la ley que rige el comercio de material de defensa y doble uso en España, que impulsó el último Gobierno socialista, contempla que la autorización de las exportaciones de este material requiere de “requisitos equiparables, si no superiores”, a los existentes en cualquier otro país de nuestro entorno, lo que no excluye una posible mejora.

Frente a “otros” a quienes les “interesa mezclar el debate con otros intereses y fines”, Sánchez indicó que no puede permitirse “ese lujo”, y pidió “discernir esos interés en conflicto” y pensar en lo que “más interesa al conjunto de la sociedad española”.

“Si me piden dónde tengo que estar hoy y aquí, es en la defensa de los intereses de España, del trabajo de sectores estratégicos, muchos de ellos situados en zonas muy afectadas por el desempleo. Ahí estará mi Gobierno y ahí estaré yo como presidente del Gobierno”, dijo.

Por todo ello, pidió “altura de miras” para compartir esta visión en una cuestión –la exportación de armamento- sensible y que genera preocupación en la sociedad española.

Afirmó que la política es el arte de “convertir los ideales en realidades” teniendo en cuenta que los alcaldes en la provincia de Cádiz han de defender sus “intereses progresistas” con una “realidad no buscada”: la “subsistencia económica” de los habitantes de la región.

Reclamó a los grupos de la oposición que tengan en cuenta el peso de la relación que España mantiene con “países estratégicos”, como Arabia Saudí.

Asimismo, recordó sucintamente el contrato para vender 400 bombas al régimen saudí, que provocó una viva polémica en su momento por el amago del Gobierno de no confirmarlo.

Sánchez dijo que esa operación fue autorizada en 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy y manifestó que son “obligaciones contraídas por un gobierno anterior que cumple con los requisitos legales internacionales y es mi deber velar por la seguridad jurídica y certidumbres en el cumplimiento de las obligaciones internacionales de España”

Consideró que “otros” quieren “mirar en corto”, pero agregó que él, como presidente, “debe conciliar intereses” y poner esa vista “en el largo plazo”, “con la certeza de que pocos ámbitos como este requieren de una visión de Estado más necesaria y justificada”, por lo que aconsejó dejar esta cuestión fuera del “debate partidista”.