En unas jornadas sobre movilidad sostenible organizadas por el Club Español de la Energía, Domínguez respondió así a las demandas de que se tenga en cuenta el impacto en la industria de medidas como las que afectan al diésel.

En esta línea, sostuvo que la movilidad eléctrica en los vehículos urbanos, pequeños y familiares “va a jugar el papel fundamental”, acompañada del impulso a la generación eléctrica renovable.

Sin embargo, admitió de que “somos conscientes de que en los vehículos pesados y en el sector aéreo son mucho más difíciles de transformar a la solución eléctrica”, por lo que considera que habrá espacio para otras tecnologías como el GLP, el hidrógeno o los biocombustibles.

Por otro lado, defendió la necesidad de tomar medidas radicales porque “los datos son alarmantes”. “Estamos en una situación climática en la que tenemos pocos años para cambiar la tendencia y si no lo hacemos dejaremos a nuestros hijos y nietos un mundo más difícil de habitar”, sentenció.

“Tenemos la responsabilidad de hacer ese cambio y de hacerlo rápido”, añadió Domínguez, quien advirtió de que pretender quedarnos como estamos “nos conducirá al fracaso”.

Además, destacó que “esta gran transición tenemos que hacerla y afrontarla como una gran oportunidad”, por lo que pidió que “cambiemos nuestra mente para cambiar nuestra estrategia y actuemos de forma diferente”.

Por último, recordó que las emisiones de gases de efecto invernadero en España están un 17% por encima de las de 1990 y anunció que el Gobierno fijará el objetivo de reducirlas un 20% con respecto a las de ese año antes de 2030, lo que supone algo más de un tercio de las actuales.