Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, durante su comparecencia en la Comisión Mixta para la UE en el Congreso de los Diputados, en la que explicó el posicionamiento de España en el momento actual de la Unión Europea (marcado por el 'Brexit'), presentó las líneas maestras de su departamento en materia comunitaria e informó con carácter previo sobre el Consejo Europeo que se celebrará los días 18 y 19 de octubre.

El ministro hizo una “demostración práctica de la teoría de los vasos comunicantes” en 2018 sobre las migraciones.

Dicha teoría evidencia que las migraciones en el Mediterráneo central se redujeron un 80%, mientras que en el Mediterráneo oriental aumentaron un 40% y en el occidental un 150%.

Abogó por un acuerdo a nivel europeo con los países de origen y tránsito, reclamó dejar de hablar de emigración ilegal y referirse a los flujos regulados y planteó la necesidad de articular un "gran plan de ayuda a África". Para esta labor, ofreció el liderazgo de España.

Agradeció la solidaridad de los españoles, particularmente de los andaluces, y remarcó que en España no se han producido procesos de rechazo al inmigrante similares a los aparecidos en otros países. "Ha habido una acogida generosa. Hoy por hoy España lo está haciendo muy bien. Somos los mejores y eso lo reconocen", presumió.

También reclamó que la UE apoye más a Marruecos, Mauritania y Senegal para hacer frente a la presión migratoria. Lamentó la inoperancia de la UE para abordar la situación de los sirios que se encuentran varados en Grecia, arguyendo que si el problema es burocrático, "bastaría con que cada Estado miembro enviara a 50 burócratas" para determinar si esas personas son acreedoras de acogerse al derecho de asilo.

Finalmente, abogó por aumentar el mandato 'Eunavfor Med Sophia', de lucha contra el tráfico de personas en el Mediterráneo, que vence el próximo mes de diciembre y apostó por "estructurar los retornos".