“Es gente entregada. No puede ponerse un manto de sospecha” y que ésta se extienda durante décadas de producirse la mayoría de casos y a otros ámbitos geográficos. “No hay esa sensación en la Iglesia española”, recalcó en una rueda de prensa con motivo de la celebración en Madrid de la 246ª reunión de la Comisión Permanente del Episcopado.

“Tendremos nuestra cuota de debilidad y de delito que tiene el resto”, agregó, apuntando que “el 90% de los abusos están en el ámbito familiar” y que hay “otros ámbitos” como el deporte o la educación donde también se producen casos de abusos. “¿Por qué la fijación en los sacerdotes?”, cuestionó, al tiempo que matizó que “un caso sería muy grave”, por lo que los sacerdotes “representan”.

En la Iglesia, continuó “hay más bien que mal” y “es la institución que más está haciendo” contra esa lacra, “siguiendo las exigencias del Papa y sin hacer ruido, por preservarse como ámbito seguro para la infancia”. “Vamos a seguir en ese empeño”, anunció, pidiendo, de nuevo “que haya una justicia informativa en este sentido”.