El estudio también destaca que las actuales cargas de trabajo que sufren estos profesionales en España son “desproporcionadas”, ya que cada enfermero debe atender a una media de 12,7 pacientes en cada planta hospitalaria cuando lo ideal se sitúa entre los seis y ocho personas.

El director de este trabajo, Alfonso Jesús Cruz, vicerrector de Profesorado y Ordenación Académica de la Universidad de Jaén, añadió en rueda de prensa que “cada profesional tiene que atender a cinco pacientes en las unidades de cuidados intensivos cuando lo ideal estaría en torno a los dos pacientes”.

En Atención Primaria, cada enfermero o enfermera tiene 1.688 tarjetas sanitarias cuando las recomendaciones hablan de 1.500. Para el presidente de Satse, Manuel Cascos, “este estudio aporta una realidad incontestable que debería sonrojar al Gobierno y las administraciones públicas”.

El director del estudio también subrayó que “este déficit profesional repercute directamente en la salud de los ciudadanos al incrementarse la mortalidad y la morbilidad de los pacientes". "Cuando la ratio se sitúa en torno a 10 pacientes por enfermera, el riesgo de mortalidad puede aumentar 1,37 veces en comparación con una asignación menor de pacientes por cada enfermero”.

Además, el estudio pone de manifiesto que en España hay casi el mismo número de enfermeras y enfermeros que de médicos. En la Unión Europea es de 8,8 enfermeras por cada 1.000 habitantes mientras que en España es de 5,3. Por ello, el Sindicato de Enfermería recomendó que para alcanzar la media europea sería necesario aumentar las plantillas en 131.000 profesionales. “En la sanidad pública faltan más de 87.000 y en la sanidad privada se necesitarían más de 42.000”, destacó el director del estudio.