Francoise Gruloos-Ackermans, representante de Unicef en Haití, afirmó hoy que la eventual llegada de la tormenta tropical "pone en peligro el trabajo realizado hasta el momento y supone un nuevo reto, ya que podría propagarse el brote de cólera si se producen nuevas inundaciones".

"Esta última amenaza se produce en un momento en el que el país lucha por recuperarse del devastador terremoto que sacudió el país el pasado mes de enero", añadió.

Unicef trabaja en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) con el fin de gestionar la respuesta internacional en Haití, particularmente porque la combinación del cólera, la tormenta tropical y las consecuencias del terremoto crean las condiciones ideales para declarar una emergencia de proporción nacional.

Estas organizaciones han puesto un énfasis especial en la respuesta al cólera, al informar a las comunidades y las familias sobre las medidas preventivas que pueden tomar para protegerse contra la enfermedad.

Por otro lado, Unicef centra su distribución de ayuda en las áreas del suroeste de Puerto Príncipe, a donde hace llegar material médico, nutricional y de saneamiento, en tanto que los materiales de contingencia con vistas a la tormenta tropical se están repartiendo por todo el país, incluyendo las zonas afectadas directamente por el brote de cólera.

Estos equipos incluyen kits de potabilización de agua, sales de rehidratación oral, bidones, tabletas purificadoras de agua y tabletas de zinc, que reducen los efectos de la diarrea.

Por último, la ayuda de Unicef incluye suministros adicionales relacionados con el agua, el saneamiento o la higiene, como medicamentos esenciales, productos terapéuticos, cubos, jabón, lonas, depósitos de agua y polvos de clorificación.