Según informó este jueves el grupo francés de infraestructuras energéticas, en el primer semestre de su ejercicio contable en 2009 su resultado operativo bajó un 8% hasta los 763 millones de euros.

La compañía atribuye esta caída al impacto negativo puntual (de 75 millones de euros) por la compra de Grid) y también al mal comportamiento de la actividad de equipos de producción eléctrica y a las importantes cargas financieras y de reestructuración.

En cuanto a la facturación, en términos absolutos subió un 8% hasta los 10.432 millones de euros, pero descontando el efecto de la integración de Grid disminuyó un 8%.

Los encargos recibidos durante el periodo contemplado experimentaron una bajada del 1%, con 7.038 millones de euros. Teniendo en cuenta el impacto de Grid la regresión fue del 21%.

Para hacer frente a esta situación, se ha lanzado un plan de reestructuración de las actividades implicadas en Europa y Estados Unidos, según explicó el presidente y consejero delegado del grupo, Patrick Kron.

Asimismo, incidió en que, mientras que la generación de liquidez se vió muy afectada por el nivel y el tipo de pedidos, "en general los resultados de explotación han alcanzado las previsiones, tal y como muestra la evolución de la cifra de negocio y el margen de explotación". Estos resultados, combinados con los efectos esperados del plan de ajuste de costes, "nos permiten confirmar que para este año fiscal y el siguiente, el margen de explotación del grupo debería situarse en una horquilla comprendida entre el 7% y el 8%", dijo.