Este descenso se suma al registrado en el otro gran mes de turismo veraniego, julio, cuando retrocedieron las pernoctaciones un 2,2%. En el periodo agregado de julio y agosto las pernoctaciones se reducen un 1,3% respecto al mismo periodo de 2017. Las de residentes suben un 1,1%, mientras que las de no residentes bajan un 2,6%.

Durante los ocho primeros meses de 2018 las pernoctaciones disminuyen un 0,7% respecto

al mismo periodo del año anterior.

En agosto, las estancias de viajeros residentes en España aumentan un 2,9%, mientras que las de los no residentes

disminuyen un 2,5%.

La estancia media baja un 2,0% respecto a agosto de 2017, situándose en 3,7 pernoctaciones por viajero.