En una entrevista concedida a Servimedia, la ministra puso en valor el papel que juega el diálogo social en España, para señalar que tiene "mucha esperanza” en los acuerdos que se puedan alcanzar y destacó el “muy buen ambiente” que hay.

“Con Garamendi tengo una relación como ministra de Trabajo estupenda”, afirmó, para agregar que todo apunta a que será el próximo presidente de la patronal CEOE tras las elecciones del próximo 21 de noviembre.

Valerio subrayó que ya ha tenido ocasión de trabajar con él como presidente de Cepyme y afirmó que es “una persona con actitud dialogante”, algo que le “parece que es absolutamente fundamental”.

La titular de Trabajo recordó que al poco de ponerse en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez se recibió la “magnífica noticia” de que las negociaciones iniciadas meses atrás daban frutos y patronal y sindicatos cerraban el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), un pacto salarial que confía “comience también a dar resultados”.

Para la ministra, el diálogo social en España es un “valor” que es “absolutamente fundamental”. En este sentido, apuntó que Garamendi cree en el diálogo social y que éste es “una de las fuerzas que tenemos como país”. Además, subrayó que “tenemos mecanismos y metodologías de trabajo que si somos capaces de ponerlas en marcha” pueden dar buenos resultados.

Por otra parte, Valerio recordó que los agentes sociales han propuesto al Gobierno cerrar acuerdos tripartitos sobre una serie de cuestiones, como se recoge en un anexo al AENC.

A finales del mes de julio, explicó, Gobierno, patronal y sindicatos decidieron crear cinco “submesas”: formación, Seguridad Social, trabajo y relaciones laborales, igualdad y lucha contra la economía sumergida. En concreto, sobre la economía sumergida, dijo que fueron los propios empresarios los que propusieron su creación porque “están hartos de la competencia desleal”.

Según la ministra, la economía sumergida es “mala” para los trabajadores, que están en una situación de precariedad porque tienen “obligaciones y no derechos”, además de hacer “competencia desleal” a las empresas que cumplen.