José García Montalvo, catedrático de economía de la Universidad Pompeu Fabra y uno de los expertos del estudio, recordó que "superado un nivel máximo de gasto por alumno, por encima del cual España se sitúa desde hace tiempo, es más importante cómo se gasta que cuánto se gasta".

El experto repasó algunas de las paradojas observables en el sistema educativo, tales como el descenso del abandono escolar temprano asociado al drástico aumento del desempleo juvenil, o los efectos de la caída del gasto público en educación y sus supuestas consecuencias, desigualdades que no se ven confirmadas por el informe PISA 2015 ya que, según este informe, los estudiantes españoles se encuentran 10 puntos porcentuales (39,2%) por encima de la media de la OCDE (29,2%).

Ante estas contradicciones, García Montalvo insistió en la importancia de "una inversión formativa eficiente que asegure el acceso a puestos de trabajo cualificados", e instó "a olvidarse de la falsa dicotomía entre equidad y excelencia".

Julio Carabaña, catedrático de sociología de la UCM, señaló que en los últimos años se observa "una recuperación del equilibrio" entre la oferta y la demanda de becas. La política planteada por el gobierno del PP en los últimos años de bajar las cuantías de las becas, que no los becarios, no "ha influido" en que las tasas de matriculación "aumentaran durante la crisis".

Carabaña también destacó que, si las becas sirven para decidir a los jóvenes a estudiar en vez de trabajar, "deberían subir y bajar con los ingresos que puedan obtenerse del trabajo".

Según este experto, el sistema educativo español "es un sistema intermedio por la dotación y más redistributivo”, afirmación que basó en el último informe publicado por la OCDE, 'Panorama de la educación 2018'.

Mariano Fernández Enguita, también catedrático de sociología de la UCM, señaló que no se puede "ignorar" ni "eludir" la "función de cuidado y el bienestar del estudiante, que también competen a la institución escolar”.

De acuerdo con los datos de un informe de la OMS (HBSC. OMS 2016), este experto afirmó que “tenemos a los menores cada vez más tiempo en una institución que les gusta cada vez menos”, siendo esta apreciación "más radical" en España que en otros países: solo "gusta mucho" al 54% de las alumnas y al 44% de los alumnos de 11 años y desciende hasta el 17% en las alumnas y el 13% en los alumnos a los 15 años.

Así, según el citado informe de la OMS, las alumnas aprecian "más" la escuela que los alumnos, valoran "mejor" su propio desempeño y se sienten "menos presionadas", aunque sufren "más ansiedad" ante el trabajo. Los inmigrantes aprecian la escuela "algo menos" que los nativos y los alumnos de las escuelas públicas se identifican "menos" con las suyas que los de las privadas.