Al mismo tiempo, Borrell escuchará las preocupaciones e inquietudes que los alcaldes de los municipios del Campo de Gibraltar puedan tener ante las consecuencias de las negociaciones. Entre ellas, se encuentran la situación de los derechos de los ciudadanos de esta comarca y cómo quedará la frontera de Gibraltar tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Durante su comparecencia parlamentaria de la semana pasada, Borrell dejó claro que en el transcurso de las negociaciones España "no reivindicará" la soberanía española sobre el Peñón. "Soy más modesto. Soy mucho más mínimo", ironizó, que anteriores ministros de Exteriores como José Manuel García-Margallo, que llegó a afirmar que no descansaría hasta "poner la bandera" española en Gibraltar.

Aseveró que le preocupan más las condiciones socioeconómicas, la aduana, el contrabando de tabaco, la verja del Campo de Gibraltar que la reivindicación española sobre el Peñón.

Esto le sirvió para llamar la atención sobre el hecho de que Gibraltar sea el "tercer territorio del mundo" con la renta per cápita "más alta" y esté rodeado de una "planicie de subdesarrollo" donde empieza a haber "síntomas importantes" de contrabando y tráfico de drogas.