Respecto a este caso, Carlos Laguna, presidente de Cocemfe CV, apuntó que el combustible solo debe ser manipulado por las personas habilitadas para ello. “La manipulación de combustible solo debería estar permitida, tal como reconoce la normativa, a las personas que expenden este tipo de mercancías y que disponen del correspondiente permiso, ya que están obligados a tomar las precauciones necesarias que garanticen la seguridad”, indicó.

Laguna coincidió con el presidente de Cermi-CV, Luis Vañó, en tachar de “aberración” que la Administración permita este modelo de negocio. “Con su permisividad, la administración puede ser corresponsable de someter a estos peligros a la población, por tal de que las empresas obtengan pingües beneficios suprimiendo puestos de trabajo y obligando a la población a sustituir la labor de personal cualificado para la expedición de combustible”.

Según Vañó, si “para manipular alimentos hace falta una habilitación, no puede ser que para manipular carburantes, algo bastante peligroso como hemos visto, no haga falta ninguna y cualquiera pueda servir combustible sin tener el conocimiento apropiado”.

Las entidades representantes del sector de la discapacidad llevan años luchando por una normativa en el sector de estaciones de servicio que garantice los derechos de las personas con discapacidad, puesto que "las gasolineras desatendidas los vulneran actualmente y provocan inseguridad en el cliente".