En un comunicado, criticó dicha aprobación sin que los artículos 11 y 13, “los más polémicos de la directiva” a juicio de Facua, “hayan sufrido apenas cambios desde que la Eurocámara rechazó su aprobación el pasado mes de julio”.

Y ello, continuó la organización, “a pesar de ser los que han suscitado la mayor oposición” por parte de distintos grupos políticos y organizaciones sociales al entender que suponen una “auténtica pérdida de libertades para los ciudadanos europeos”.

Respecto al artículo 13 de dicha directiva, Facua-Consumidores en Acción subrayó que habilita a las grandes empresas para realizar un “monitoreo masivo de la red” que puede terminar convirtiéndose en una herramienta de “censura previa fuera del control judicial”.

La organización de consumidores remarcó que solo quedan fuera de este rastreo las webs y aplicaciones “más pequeñas, aunque la directiva no aclara cuáles son los requisitos que otorgarán una clasificación u otra”.

En relación al artículo 11, Facua aseveró que la creación de un canon por enlazar contenido, que los proveedores deberán pagar a los creadores “llegaría a afectar también a los usuarios”.

Estos “tendrán que solicitar permiso o pagar una licencia al creador del contenido si quieren compartirlo mediante alguna de sus redes sociales o simplemente enlazar a un sitio”, criticó la organización.

Por todo ello, Facua volvió a mostrar su rechazo “frontal” a la que calificó como “directiva mordaza”, ya que, a su entender, “puede terminar convirtiéndose en un método de censura”.