Lo dijo durante su intervención ante el máximo órgano de dirección del PP entre congresos, reunido en Barcelona, en un acto que coincide con el primer acto público de la Princesa de Asturias, "símbolo de la continuidad dinástica, constitucional y democrática de la Jefatura del Estado". El Rey, prosiguió, es "símbolo de la unidad de España", y es "eficaz" pese a no tener poder ejecutivo. Por eso quienes quieren la "desunión" de España "critican y ultrajan" a Felipe VI.

Sin gritar, sin exagerar, Casado defendió que España se acostumbre "a algo muy sencillo y natural" que debe partir de cada voz civil, o solo en los actos solemnes, un "viva el rey" que debe incorporarse "a una conversación" en la calle o en un bar, un "viva al rey de la voz baja, sin esconderse pero sin exhibirse", en los mercados, oficinas, universidades... Cuando se abre un hospital o un colegio "estamos diciendo viva el rey", aseguró, como cuando el Sistema Nacional de Trasplantes salva una vida, cuando se pagan las pensiones, se construyen nuevos kilómetros de AVE o un aeropuerto.

Es algo que se dice "cuando queremos decir vivan muchas cosas", añadió, como el pluralismo, la convivencia, la Constitución o la democracia. El Rey lo es porque los españoles, también los catalanes, "hemos querido que lo sea", Rey de la España "que declara su compromiso con la solidaridad entre territorios y generaciones", que es jefe del Estado declarado social y democrático de Derecho, de una nación española cuya "actualización" debatirá el PP en una convención en diciembre.

"Decir viva el rey es la versión corta, breve, de un viva el rey muy largo que contuviera el nombre de todos y cada uno de los españoles", dijo Casado, que llamó a defender al jefe del Estado como símbolo y como "parte de nuestro poder constituido, parte de nuestra Constitución y nuestro poder constituyente".