La oficina del Defensor, en una declaración, mostró así su posición ante los recientes acontecimientos en esa comunidad autónoma, inmersa en el debate que enfrenta a partidarios y detractores de los lazos amarillos, símbolo de los independentistas catalanes, y que se muestran en numerosos lugares públicos de la comunidad autónoma.

Entre otras cuestiones, Fernández Marugán recuerda que “los poderes públicos deben respetar el principio de neutralidad ideológica propio de una sociedad pluralista, y ello es incompatible con la presencia en los edificios públicos –máxime teniendo en cuenta que es permanente- de símbolos propios de una ideología, el respeto a la cual debe cohonestarse con el respeto a las demás que concurren en una sociedad libre, abierta, democrática y tolerante”.