Este fue uno de los compromisos alcanzados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente colombiano, Iván Duque, en el marco de la gira que el primero está realizando por América Latina y que tuvo en Colombia su tercera parada.

Ambos presidentes expresaron su "preocupación" por la situación que se vive en Venezuela y el impacto que la misma está teniendo en la crisis migratoria que se vive en América Latina. Ante esta situación, España ofreció su colaboración para "mitigar" el impacto de flujo migratorio de venezolanos y ambos mandatarios se comprometieron a estudiar las fórmulas concretas de cooperación en este ámbito.

Sánchez y Duque se comprometieron a impulsar el tratamiento de esta crisis migratoria en las "instancias multilaterales competentes", y harán hincapié en la creación en las Naciones Unidas de un "mecanismo internacional de atención humanitaria" para los venezolanos que huyen de su país, que sea ejecutado teniendo cuenta las "prioridades" de los países receptores de esos flujos migratorios y las "dimensiones reales" del "impacto" de esas llegadas en casa uno de ellos.

La crisis institucional, social y política en Venezuela ha provocado que miles de venezolanos hayan abandonado su país en dirección a otros países de América Latina, especialmente Colombia, donde han llegado casi un millón de ellos. Ello ha generado una crisis migratoria en la región que ha provocado que Brasil haya desplegado a su ejército en su frontera o que Perú haya declarado la emergencia sanitaria en tres de sus distritos.

APOYO DE LA UE

Ante esta situación, la Comisión Europea ha acordado destinar 35 millones de euros en ayuda humanitaria para que Latinoamérica gestione el éxodo de venezolanos que huyen de la crisis en su país.

Sánchez puso como ejemplo la política migratoria europea -"si una persona llega a Algeciras, no está pisando territorio español, sino europeo", dijo- para aseverar que la llegada de venezolanos a Colombia no es un problema exclusivo de los colombianos, sino que atañe a toda América Latina.

Por ello, destacó la contribución económica de la UE para paliar la situación y conminó a la comunidad internacional, especialmente a organismos como la ONU o la Organización de Estados Americanos (OEA).

Por otro lado, Sánchez volvió a referirse a los estándares democráticos que existen en Venezuela para afirmar que "no se puede llamar democracia a un sistema que tiene presos políticos", en la línea de lo expresado en una entrevista concedida al diario chileno 'El Mercurio', después de que en su visita del lunes a Santiago de Chile, junto al presidente Sebastián Piñera, se limitara a descartar “toda injerencia” de España en Venezuela.

No obstante, eludió definir al país caribeño como una dictadura y subrayó que Colombia "tiene que empezar una conversación consigo misma" y mencionar que la crisis venezolana tiene que resolverse "entre venezolanos".

Añadió que "España ahí estará" para resolver el "éxodo de venezolanos" y animó a la comunidad internacional a sumarse a este desafío.

ACUERDOS CON LAS FARC

En otro orden de cosas, Sánchez consideró que Iván Duque "quiere la paz" para Colombia, a pesar de que éste basó parte de su triunfo electoral en la promesa de revisar los acuerdos de paz suscritos por su antecesor, Juan Manuel Santos, con las FARC. También reiteró la disponibilidad de España para ser sede de un eventual proceso de diálogo entre el Gobierno colombiano y las FARC.

Por su parte, Duque agradeció el ofrecimiento de Sánchez pero condicionó cualquier atisbo de diálogo con las FARC a la "suspensión de actividades criminales" por parte de este grupo, calificó a Venezuela de "dictadura oprobiosa" y agradeció que el presidente del Gobierno español se haya comprometido a abordar el "éxodo" de venezolanos en la Cumbre Iberoamericana que se celebrará este año en Guatemala.

Por último, ambos se comprometieron a trabajar conjuntamente por el galeón 'San José' por ser este pecio un "bien de la humanidad".