Según explicó WFP en una nota este jueves, se está proporcionando alimentos a los pacientes hospitalizados y a sus cuidadores en las ciudades de Mangina y Beni. A fin de llegar a las personas que han estado en contacto con los afectados y sus familias, y limitar así los movimientos de población que podrían propagar aún más el virus, también se están entregando alimentos en las aldeas de las zonas afectadas por la epidemia. Unas 4.000 personas reciben un suministro de cereales, frijoles, aceite y sal para un mes.

Para reforzar la respuesta a los pacientes en estado grave, se está enviando por vía aérea galletas de alto valor energético a Goma desde Dubái. Este tipo de comida suele utilizarse en situaciones de emergencia, pues son ligeras, fáciles de transportar y no necesitan instalaciones de cocina.

“Este décimo brote de ébola ha estallado en una zona de conflicto armado activo y de desplazamientos de población. Supone un riesgo de emergencia sanitaria regional que afecta a tres países: la República Democrática del Congo, Ruanda y Uganda”, subraya Claude Jibidar, director de WFP en RDC. “Con la asistencia alimentaria, la logística y el apoyo aéreo ya firmemente desplegados, el Programa Mundial de Alimentos se compromete a hacer aún más, salvar más vidas y evitar la propagación de la epidemia”.

Desde el comienzo de la epidemia se han diagnosticado un total de 111 casos de enfermedad por el virus del ébola: 83 casos confirmados y 28 casos probables. Hasta la fecha, más de 4.000 personas han sido vacunadas.