Rivera, junto a la portavoz del partido, Inés Arrimadas, retiró lazos amarillos en la localidad barcelonesa de Alella y después atendió a los medios de comunicación mientras era increpado por viandantes al grito de "fascistas" y "fuera de aquí".

Con ello, explicó Rivera, ambos quisieron respaldar a quienes están haciendo "lo que debería hacer el Estado" en vez de "mirar a otro lado" ante lo que es una situación "de excepción" por la negativa de la Generalitat a cumplir la ley.

Además, Ciudadanos ha convocado a las siete de la tarde en Barcelona una concentración de apoyo a la mujer que fue agredida mientras retiraba lazos amarillos. En contra de quienes afirman que solo fue una pelea sin connotaciones políticas, Rivera se mostró convencido de que si ha habido una detención es porque "ha habido una agresión", y pidió por ello a los independentistas que rectifiquen su actitud de "minimizar una paliza a una mujer por parte de un hombre" simplemente por la ideología de la víctima.

Arrimadas denunció que la fractura social es una realidad en Cataluña y denunció que tengan que ser personas particulares quienes hagan una labor de "limpieza" de símbolos ideológicos que debería hacer la Generalitat o, en su defecto, el Estado.