Los datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, recogidos por Servimedia, indican que entre el 17 de junio y el 19 de agosto de este año se han quemado 8.974,84 hectáreas, cuando la media de la década es de 36.604,88.

Se trata de la cantidad más baja del decenio, por delante de las de 2008 (9.867,01), 2014 (10.622,19), 2010 (13.414,39) y 2011 (14.835,45), mientras que los peores veranos fueron los de 2012 (110.178,17), 2009 (62.421,56), 2015 (51.740,04) y 2017 (41.971,77).

En los dos primeros meses estivales se produjeron 1.778 siniestros, de los que 334 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 1.444 conatos (con menos de una hectárea quemada).

El incendio más extenso fue el declarado en Lluxent (Valencia) del 6 al 12 de agosto, que arrasó 3.720 hectáreas y obligó a desalojar de sus casas a alrededor de 2.500 vecinos de zonas próximas.

De las hectáreas calcinadas en lo que va de verano, un total de 1.428,88 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 5.685,67 hectáreas de matorral y monte abierto, y 1.860,29 de superficie arbolada.

TODO EL AÑO

Por otro lado, este año también es el mejor de la década en cuanto a incendios forestales porque entre el 1 de enero y el 19 de agosto han quedado calcinadas 17.815,07 hectáreas, esto es, un 73% menos que el promedio del decenio.

El peor año es 2012 (180.637,24 hectáreas arrasadas), seguido de 2009 (101.998,35) y 2017 (80.228,42), y los mejores son 2018 (17.815,07), 2013 (28.925,35) y 2016 (33.758,58).

Por otro lado, las comunidades interiores de la península (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora) concentraron un 37,02% de los incendios y conatos forestales en lo que va de año, en tanto que el resto de los siniestros se repartieron entre el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora), con un 36,46%; el área mediterránea, con un 25,73%, y Canarias, con un 0,78%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, un 39,15% pertenece al área mediterránea; un 38,25% al noroeste; un 20,29% a las comunidades interiores, y un 2,31% a Canarias.

La mayor cantidad de superficie arbolada calcinada se produjo también en la zona mediterránea (42,81%), por delante del noroeste (30,06%), las comunidades interiores (15,18%) y Canarias (11,94%).