En declaraciones a Servimedia, el coordinador del Grupo de Fe y Espiritualidad de la Felgtb, Óscar Manuel, aseveró que, a pesar del desmentido posterior, dichas declaraciones “son bastante ambiguas y pueden seguir siendo entendidas como discriminatorias”, al no dejar claro, a su juicio, “si se puede interpretar como ayuda para aceptar y normalizar la vivencia de la homosexualidad o, por el contrario, para curarla”.

Tras admitir que la mención a la psiquiatría “ha creado un malestar innecesario y ha causado un dolor difícil de curar”, calificó de “bastante grave” la referencia a los menores Lgtbi, dado que estas afirmaciones crean “alarma social, frustración, rabia y tristeza”.

Según Manuel, el Papa se enfrenta actualmente al doble “desafío” de convivir con la plena inclusión de las personas Lgtbi en la Iglesia católica y con posturas “más ultraconservadoras y radicales hacia este colectivo”.

A este respecto, instó a la Iglesia a “pedir perdón" a las personas Lgtbi "por todas las declaraciones y palabras faltas de caridad y que incitan al odio” y, en concreto, defendió la necesidad de que la Iglesia se disculpe por “condenar la homosexualidad, negar la identidad de las personas trans e invisibilizar a las personas intersexuales y bisexuales”.

De otro lado, subrayó la oportunidad de “dejar de lanzar mensajes discriminatorios, culpabilizantes e invisibilizantes y hacer realidad el amor incondicional de Dios hacia todos”.

“La orientación sexual y la identidad de género son realidades que pertenecen a la naturaleza humana y no son en absoluto desviaciones”, agregó, por lo que, a su entender, la Iglesia debe “pedir perdón a los homosexuales por seguir diciendo que son desviados”.