Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) contabilizados a un máximo de 24 horas tras los accidentes y recogidos por Servimedia, el pasado mes de julio concluyó con 127 muertos en las carreteras, la cifra más alta desde 2011, cuando fallecieron 172 personas. Después se registraron 119 víctimas mortales en 2012, 113 en 2013, 107 en 2014, 113 en 2015, 124 en 2016 y 121 en 2017.

En cuanto a agosto, hasta este lunes día 27 se han contabilizado 119 muertos en accidentes de tráfico, un dato superior a los 104 del año pasado, que fue el mínimo histórico desde que la DGT comenzara la serie histórica en 1960.

La siniestralidad vial durante los meses veraniegos de julio y agosto ha presentado variaciones a lo largo de la historia desde 1970, con el año más trágico en 1989 (1.378 muertos en carretera, con datos a un máximo de 24 horas tras los accidentes) y el mejor en 2014 (220 víctimas mortales), según pudo saber Servimedia a partir de datos de la DGT.

La primera vez que se superó el millar de muertos en las carreteras fue en 1978 (1.125), en un septenio se superó consecutivamente los mil fallecidos anuales (entre 1986 y 1992), la cifra descendió por primera vez de los 500 en 2008 (447) y la mejor época fue el septenio entre 2008 y 2014, cuando se encadenaron siete años consecutivos de descenso de la mortalidad (de 447 a 220).

OPERACIÓN RETORNO

La DGT mantiene un dispositivo especial veraniego desde el pasado 29 de junio, que se prolongará hasta este domingo, 2 de septiembre. Tráfico prevé que durante ese periodo se produzcan 89,3 millones de desplazamientos, lo que supone la cifra más alta desde el verano de 2005 y un 2% más que el año pasado.

La serie histórica de movimientos de vehículos en las carreteras durante julio y agosto, a la que tuvo acceso Servimedia, comienza en 2005 y nunca se había registrado una cantidad tan elevada de vehículos con ciudadanos que quieren disfrutar de las vacaciones como la prevista para este verano.

Así, en el verano de 2005 se detectaron 85,2 millones de viajes en carretera, una cantidad que subió a 86,0 millones en 2006 y a 87,7 millones en 2007, que continúa siendo la más elevada y que se produjo justo antes de la eclosión de la crisis económica mundial.

Entre 2009 y 2013, que coincidieron con los años más duros de la crisis, se encadenaron descensos consecutivos de trayectos veraniegos por carretera, hasta caer a 76,0 millones en 2013. Después se han producido aumentos anuales: 78,5 millones en 2014; 81,1 millones en 2015; 85,1 millones en 2016, y 87,6 millones en 2017.

El dispositivo de la DGT tiene tres fases especiales y la última de ellas abarcará entre el viernes y el domingo de esta semana, coincidiendo con la operación retorno de ciudadanos que vuelven a casa tras disfrutar de las vacaciones.

La vigilancia del tráfico desde la carretera cuenta con 1.500 patrullas de la Guardia Civil, en tanto que desde el aire se realiza con 10 helicópteros (uno de ellos en Baleares) y cinco drones (uno en Canarias); en cuanto a estos pequeños aparatos, sobrevuelan de manera preferente las carreteras convencionales, donde se producen el 80% de los accidentes.