Beatriz Escudero defendió ante la Diputación Permanente la petición del PP para que Sánchez comparezca en una sesión extraordinaria del pleno del Congreso y explique "en qué consistió la caja B del PSOE en la Comunidad Valenciana" y ofrezca garantías de que los socialistas valencianos se presentaron a las elecciones sin financiación ilegal.

Para dar lecciones de limpieza y transparencia, dijo, "hay que estar en condiciones" de poder hacerlo, "igual que para gobernar hay que ganar unas elecciones", y sobre el ministro de Fomento pesa "la sombra de la corrupción".

La petición del PP solo contó con el apoyo de Ciudadanos, cuyo portavoz, Juan Carlos Girauta, argumentó que ante la mera posibilidad de que la sospecha sea cierta hay que respaldar la solicitud de comparecencia de Sánchez.

En nombre de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, Josep Vendrell rechazó la petición por entender que "no tiene rigor y no es seria" y obedece solo a una "estrategia inútil" del PP de "buscar casos de corrupción donde no los hay para tratar de tapar los propios". Vendrell enumeró casos de presunta corrupción de ese partido en la Comunidad Valenciana y espetó a su portavoz: "Antes de dar lecciones, limpien su casa y después hablamos".

En nombre de ERC, Gabriel Rufián subrayó que escuchar al PP clamar contra la corrupción es como si Jack 'El destripador' impartiera clases de anatomía, y denunció el "exceso de hipocresía" de ese partido por reclamar explicaciones al presidente del Gobierno a partir de una noticia "falsa".

El portavoz del PNV, Miquel Legarda, cree que el PP "saca de contexto" la realidad ya que Ábalos, tal y como consta en sus declaraciones de bienes y actividades, no es copropietario de una ONG sino cofundador de una fundación de cuyo patronato se desvinculó en 1998 y a la que cede el uso de un local de su propiedad por el que paga una hipoteca.

Carles Campuzano, del PDECat, subrayó que el PP tiene "opciones y mecanismos" para exigir responsabildades en las Cortes Valencianas, y juzgó "difícil" que se pueda exigir responsabilidades por ese asunto al presidente del Gobierno. Expresó a continuación su esperanza en que el "nuevo estilo de oposición" de ese partido no se base en "intentar construir acusaciones falsas sobre hechos bajo objeto de investigación judicial".

Por parte de Compromís, Joan Baldoví acusó al PP de "tirar al monte", mientras que Patricia Blanquer, del PSOE, criticó al PP por asentar su petición en una acusación "que saben que es falsa" porque la información fue "desmentida y no rectificada" pese a atentar contra la imagen y el honor de Ábalos, motivo por el que se reservó el derecho de empreder acciones legales.

Blanquer sentenció que el PP, "y más el de la Comunidad Valenciana", no está en condiciones de dar "lecciones" de lucha contra la transparencia, y se mostró convencida de que ese partido "no ha encajado" haber pasado a la oposición y se deja llevar por "brotes de rencor que les llevan a perder el rumbo de la sensatez".