Según informó este jueves el Ministerio, el objetivo de las actuaciones es minimizar la pérdida de suelo, estabilizar el terreno y contener los procesos erosivos que tienen lugar con posterioridad en las zonas incendiadas, especialmente tras las habituales tormentas torrenciales de finales de verano en la zona.

De otro lado, también se pretende potenciar la recuperación de la cobertura vegetal y reducir el riesgo de plagas forestales mediante tratamientos selvícolas y se contribuirá a reparar y mejorar la red de pistas forestales afectadas.

Con un plazo de ejecución estimado de siete meses, las obras darán comienzo, previsiblemente, en las próximas semanas.

El siniestro, iniciado el 6 de agosto de 2018, afectó a una superficie de 3.146,50 hectáreas en los términos municipales de Llutxent, Pinet, Quatretonda, Barx, Gandía, Ador y Rótova, en la provincia de Valencia, y ocasionó daños en zonas de alto valor ecológico incluidas en la Red Natura 2000 y otras figuras de protección autonómicas así como en varios montes de utilidad pública e infraestructuras básicas, tanto públicas como privadas.

Estos trabajos se enmarcan en el conjunto de actuaciones de colaboración y apoyo a las comunidades autónomas en materia de restauración hidrológico-forestal y lucha contra la erosión y la desertificación que, en 2017, supusieron una inversión total de 7.240.444,23 euros.