Refugiados rohingya

Pau Gasol pide apoyo “urgente” para los menores rohingya

- El baloncestista visitó uno de los asentamientos de refugiados rohingya en Bangladesh, en los que viven más de 500.000 personas, la mitad niños

MADRID
SERVIMEDIA

Pau Gasol, embajador de Unicef Comité Español, ha pedido apoyo “urgente” para los menores rohingya en Bangladesh, quienes, indicó, han sufrido una violencia “que ningún niño debería vivir”.

Gasol, que se encuentra visitando con Unicef a los niños y familias rohingya refugiados a causa de la violencia en Myanmar en unos asentamientos en los que viven más de 506.400 personas, la mitad de ellas niños, subrayó que, en sus 15 años como embajador de Unicef Comité Español, ha tenido la oportunidad de conocer a niños “en situaciones muy duras e injustas”.

Durante su visita al campamento de refugiados de Leda, en el que viven cerca de 47.900 personas, Gasol admitió que lo que ha visto durante este viaje “es profundamente conmovedor”. “Han vivido situaciones de extrema violencia que ningún niño del mundo debería experimentar nunca”, manifestó, al tiempo que insistió en que la situación de los rohingyas es “extremadamente difícil y necesitan apoyo”.

El baloncestista también defendió que los niños rohingya “merecen una oportunidad, merecen crecer con sus familias en un lugar seguro donde se reconozcan sus derechos”, y reconoció que, a pesar del trabajo “tan fundamental” que realiza Unicef “para su supervivencia y bienestar”, así como para proteger a estos menores, y del rol “fundamental” que juegan las mujeres en este sentido, estas personas “necesitan más ayuda”.

“Lo que han vivido estos niños es inhumano, es cruel. Han pasado por traumas de los que están todavía recuperándose”, agregó, confesándose “impresionado por su fuerza y su perseverancia, por cómo siguen luchando frente a la adversidad”, por lo que considera “imprescindible no olvidarnos de ellos y hacer todo lo posible para que puedan vivir dignamente”.

Según informa la propia organización a través de un comunicado, desde el inicio de la crisis Unicef ha estado presente atendiendo las necesidades más urgentes de los niños, suministrando agua potable y alimentos contra la desnutrición, y ofreciendo atención médica básica, apoyo psicosocial y protección, especialmente a los niños que llegan solos.

Ante el monzón, ha sido necesario, además, el refuerzo o reubicación de instalaciones clave como letrinas, centros de salud y nutrición, espacios amigos de la infancia y escuelas temporales.

En agosto de 2017 más de 706.000 rohingyas, 381.240 niños, se vieron obligados a huir de la violencia en Myanmar y cruzar la frontera hacia Bangladesh y actualmente viven en refugios temporales fabricados por ellos mismos.

(SERVIMEDIA)
06 Ago 2018
MJR/caa