Magdalena Sofía Villalón, farmacéutica de atención primaria, recordó que los antibióticos no son eficaces en el tratamiento de las gastroenteritis causadas por virus, que son las más comunes. Este tipo de gastroenteritis se transmite a través del agua, por consumir alimentos contaminados o por contacto directo con una persona infectada.

La gastroenteritis es una inflamación de la membrana interna del intestino causada por un parásito, una bacteria o un virus. El parásito más conocido es giardia, que se contagia fácilmente a través del agua contaminada y el contacto de persona a persona. Además, puede contagiarse a través del agua en parques acuáticos, piscinas, arroyos y lagos.

En cuanto a las bacterias, las más habituales, son la shigela (muy contagiosa de persona a persona), la salmonella (principal causa de intoxicación de alimentos), y el escherichia coli (por contacto directo o por alimentos contaminados).

Los síntomas de gastroenteritis incluyen diarrea, dolor abdominal, vómitos, dolor de cabeza, fiebre y escalofríos. Aparecen entre las 24 y las 48 horas del contagio y, en la mayoría de las personas se recupera sin tratamiento, pues al cabo de tres o cuatro días suelen remitir.

El mayor problema es la deshidratación, pérdida de líquidos del cuerpo, en especial en bebés, niños, ancianos, y personas con sistema inmunológico débil. Entre los síntomas de esta deshidratación se encuentra sed excesiva, fiebre, boca seca, debilidad fuerte o letargo, producción baja de orina o de color amarillo oscuro, así como mareos o aturdimiento. Ante la aparición de estos síntomas debe comunicarse al médico.

La deshidratación leve puede tratarse bebiendo más líquido. Sin embargo, la deshidratación moderada a grave puede requerir terapia intravenosa para reemplazar el líquido que se ha perdido. La deshidratación grave sin tratar puede ser un riesgo vital.