Así lo destacó Sánchez en la rueda de prensa que protagonizó en La Moncloa tras la reunión del último Consejo de Ministros del curso político, que no se volverá a citar hasta el 24 de agosto.

Según concretó, esta autoridad única se ocupará de "centralizar la coordinación y el seguimiento de todas las operaciones relacionadas con la inmigración ilegal", así como de coordinar la gestión de todo el personal y la información disponibles. El objetivo último es "optimizar recursos e impedir la salida de embarcaciones y su posterior llegada a España".

Sánchez precisó que actuará conforme a la legislación nacional e internacional y a los convenios firmados por España en cuanto a legislación y salvamento marítimo, "garantizando el respeto de los derechos humanos y la protección de la vida de los migrantes".

PLAN DE CHOQUE

Por otra parte, Sánchez anunció la creación de un "plan de choque" para mejorar la asistencia humanitaria a migrantes, dotado con 30 millones de euros hasta final de año, encaminado a mejorar "la atención a pie de playa, ampliar las plazas disponbbiles en los distintos recursos asistenciales y poner en marcha un nuevo servicio de acogida y derivación".

Quiso agradecer a la Comisión Europea el anuncio de que se desbloquearán fondos para ayudar a Marruecos en la gestión de los flujos migratorios.

Preguntado por los periodistas, el presidente destacó que "la inmigración no ha empezado con este Gobierno. Lo que sí ha empezado es la política migratoria", subrayó, ya que el Ejecutivo anterior "actuó con total falta de previsión" en este terreno.

Según apuntó, dicha política se basará en el control de fronteras, la cooperación con los países de origen y de tránsito, la coordinación con la UE y el respecto a los derechos humanos.