El presidente del área de Educación de CSIF recalcó que “este tipo de reflexiones las deben hacer los profesionales de la educación, desde un punto de vista pedagógico y didáctico”. “Los que van tener que asimilarlo y van a tener que asegurarlo son los centros docentes, es decir, el equipo directivo y los profesores. El móvil es una cuestión cotidiana que está a la orden del día y algunos docentes opinan que se puede usar como herramienta educativa. Pero también es verdad que está el riesgo que se corre de que los móviles creen conflictos”.

“Antes, el centro era el sitio de convivencia de la comunidad. Ahora, en muchos casos, es el agente del conflicto. En una pelea entre dos niños, antes, simplemente se les daba una regañina a ambos, se ponía a cada uno en un rincón y, a los 10 minutos, acababan dándose la mano. Pero, si se graba y se sube a las redes sociales, se crea un conflicto entre los padres, entre los vecinos y entre los niños”, explicó Gutiérrez en declaraciones a Servimedia.

Asimismo, sobre una prohibición taxativa del teléfono móvil, el presidente consideró que “se puede hacer, siempre y cuando se considere que es la mejor opción”, pero también opinó que sería “ponerle puertas al campo”. “Hay que hacerlo con una reflexión razonable, desde la experiencia de los centros y no desde los despachos de los ministerios”, aseveró.

Gutiérrez matizó que la regulación “se debe hacer desde la reflexión, pero tampoco desde la absoluta dejadez, sino desde la seriedad y con un protocolo”.

UNA MEDIDA PERJUDICIAL PARA LOS PROFESORES

“La comunidad educativa, a veces, persigue un objetivo común, pero se olvida o se quiere olvidar de que, por mucho que se llame comunidad educativa, dentro existe una jerarquía”, señaló Gutiérrez.

El presidente de CSIF Educación subrayó que “quien tiene la jerarquía o debe tener la jerarquía, y que a veces se le intenta minusvalorar, es el profesor”. “Al fin y al cabo, es el protagonista de toda la regulación que se quiera hacer. Si se prohibiera el uso del móvil, quien tendría que vigilar que ningún alumno tuviese el móvil sería el profesor”, avisó.

“Si desde el ministerio se prohibiera su uso, se estaría creando un nuevo deber al profesor, que tiene muy pocas herramientas para llevarlo a cabo. ¿Tendría que estar revisando todas y cada una de las mochilas? La regulación tiene que hacerse desde la profesión de los docentes”, sentenció el presidente del sindicato.