Así lo destacó Sánchez en la rueda de prensa que protagonizó en La Moncloa tras la reunión del último Consejo de Ministros del curso político, que no se volverá a citar hasta el 24 de agosto.

Según concretó, las decisiones las tomarán los responsables políticos, y la nueva figura se centrará en la coordinación de actuaciones sobre inmigración, para aprovechar recursos humanos y gestionar la información, al tiempo que el Ejecutivo emprenderá medidas para trabajar también en los países de origen de los migrantes y “evitar la llegada inadvertida de embarcaciones”, en corcondancia con la legislación internacional, pero protegiendo la vida y “respetando la dignidad” de los migrantes.

Sánchez también dijo que destinará 30 millones de euros este año para un “plan de choque” con el que se trabajará “a pie de playa” en la asistencia a los migrantes.