Rivera compareció ante los medios de comunicación después de reunirse con los responsables de la Guardia Civil y la Policía Nacional para conocer "de primera mano" la presión migratoria que se vive en Ceuta tras el salto de la valla de más de 600 personas la semana pasada.

Explicó que hay "un antes y un después" porque nunca ningún asalto había sido tan "virulento" ni organizado, casi de forma "militar", explicó. "Hay que estar aquí", aseguró, pero el Gobierno "ni está ni se le espera". Ante la realidad de las mafias organizadas de trata de personas, alertó, se puede "mirar a otro lado" o intentar "buscar soluciones".

Aseguró que la Policía y la Guardia Civil necesitan más recursos y sentirse respaldados en el cumplimiento de su deber, y más allá de "ocurrencias", "buenismos" y de los "comités de marketing de un Gobierno", hay que saber las consecuencias que conllevan las decisiones que se toman.

Rivera considera evidente que se está produciendo un "efecto llamada" que tiene dos componentes, la "poca responsabilidad" del Gobierno y el cierre de sus puertos por parte de Italia sin que la Unión Europea haya tomado cartas en el asunto como debería.

Subrayó, en ese sentido, la necesidad de una política común de la Unión Europea con acuerdos internacionales para la ordenación de los flujos migratorios y la cooperación con los países de origen, y con un control de las fronteras exteriores para asegurar las interiores.