El Consejo de Ministros dio luz verde este viernes a un real decreto de becas por el que el Gobierno destinará más de 10 millones de euros al incremento de las ayudas a los alumnos de familias más desfavorecidas el próximo curso 2018-2019.

De esta forma, el Ejecutivo elevará en 100 euros la cuantía fija de la ayuda que reciben los becarios de familias con las rentas más bajas, pertenecientes al Umbral 1. Por ejemplo, se incluyen en este umbral las familias de tres miembros con unos ingresos netos máximos anuales de 10.606 euros y las de cuatro miembros con unos ingresos netos máximos de 13.909. “Han sido objeto de nuestro interés para, aun jugando con el mismo cómputo global, poder mejorar algo su condición”, apuntó la ministra de Educación, Isabel Celaá.

Ello supone que la cuantía fija mínima de este grupo de becarios pasará a ser de 1.600 euros en el curso 2018-2019, cuando en el curso 2017-2018 era de 1.500, una cantidad que irá elevándose progresivamente en los siguientes cursos.

Además, Educación reducirá de 5,5 a 5 la nota para obtener la beca de matrícula en el primer curso de estudios universitarios. También tendrán un tratamiento preferente las víctimas de violencia de género y sus hijos, al excluirles de los requisitos académicos para recibir las becas.

El presidente de Canae, Carles López, indicó en un comunicado que “el aumento de 100 euros supone 10 euros al mes” y el cambio de requisitos académicos afectará a “poco más de 6.000 estudiantes”.

Por ello, Canae mostró su voluntad de cambiar el modelo porque consideró que “el problema se encuentra en la estructura del actual sistema de becas” y reclamó una mejora en el sistema de gestión para que "nadie tenga que sufrir la inestabilidad de recibir la beca cinco meses después de haber empezado el curso”.