Sáenz de Santamaría le preguntó si piensa derogar la congelación de las pensiones, pero hizo una reflexión inicial sobre las nuevas tareas gubernamentales de Pérez Rubalcaba, a las que el ministro apenas respondió y optó por centrarse en la pregunta.

La portavoz del PP aseguró que la nueva labor de Pérez Rubalcaba es “explicar mejor lo mal que gobierna” Rodríguez Zapatero, “y no diré que no se está aplicando, porque opinar, opina de todo, pero gobernar, aquí sigue sin gobernar nadie”.

Nada arregla una mejor comunicación, advirtió Sáenz de Santamaría, “cuando se ha perdido la credibilidad y la confianza” y de nada sirve dar “explicaciones diferentes sobre los mismos errores” cuando hace falta un cambio de políticas.

Rubalcaba evadió esa reflexión y se limitó a responder a Sáenz de Santamaría que el Gobierno “cumplirá la ley”, es decir, el decreto ley que convalidó el Congreso de los Diputados el 27 de mayo y que contiene esa congelación.

“Más de lo mismo y de los mismos”, dijo la portavoz del PP, con un problema en el sonido que llevó al presidente del Congreso, José Bono, a recordarle que debía “elevar el micrófono para que se escuche”. No se trata de hablar “muy alto, sino claro”, replicó ella.

Acusó al Gobierno de seguir tras la remodelación con “las mismas respuestas, las mismas políticas y los mismos fracasos”, y de haber aplicado las exigencias de Bruselas “haciéndose los fuertes con los más débiles” sin importarles romper el Pacto de Toledo con una medida injusta. “Hace falta mucho más que química para transformar la mentira en verdad”, dijo al vicepresidente”.

La novedad del debate, dijo Pérez Rubalcaba, es que ahora conseguirá que el presidente del PP, Mariano Rajoy, escuche sus intervenciones, lo que no hizo en sus dos años como portavoz del Grupo Socialista.

Sentenció que la estrategia del PP en materia de pensiones pretende únicamente “lavar la imagen consolidada de partido antisocial, bien ganada”, porque en los ocho años que gobernaron las pensiones mínimas apenas subieron un 3,6% y con Rodríguez Zapatero un 27% y los 2.000 millones que el PP gastó en ocho años fueron 2.400 en un año del PSOE.

Los dirigentes del PP son “los adalides, abanderados, campeones de las políticas sociales cuando están en la oposición, pero cuando gobiernan, se olvidan, y los españoles no se olvidan de que ustedes se olvidan” y de que en realidad son un partido “profundamente antisocial”.