La prueba se llevó a cabo en Segovia en el marco del proyecto Ciudades Tecnológicas 5G y se equipó tanto al vehículo como a la infraestructura vial con una tecnología que les permite intercambiar información, de modo que es el primer paso hacia las comunicaciones vehiculares sobre redes móviles en un entorno urbano real.

El coche elegido para la ocasión fue un Seat Ateca equipado con la última tecnología en conectividad y modificado para poder ofrecer advertencias al conductor a través del cuadro de instrumentos.

La conducción asistida que tuvo lugar en Segovia, además, se repitió hasta en dos ocasiones. Por una parte, se puso en práctica un semáforo que avisaba al vehículo de que había un peatón cruzando un paso de cebra y, por otra parte, se probó también con avisos al turismo de que un semáforo iba a cambiar a rojo de forma inminente.

En este último caso, por ejemplo, es el vehículo el que decide, según su ubicación, velocidad y trayectoria, si le da tiempo a cruzar el semáforo. Si el turismo ve que no es posible pasar el semáforo en verde, muestra un mensaje de aviso en el cuadro de instrumentos del coche de forma que el conductor pueda realizar una frenada controlada.

Esta experiencia se enmarca en el proyecto Ciudades Tecnológicas 5G, puesto en marcha por Telefónica el pasado mes de enero, para convertir Talavera de la Reina (Toledo) y Segovia en escenarios reales de esta nueva tecnología donde realizar los casos de uso que permitan poner en valor las capacidades de la nueva generación de telefonía móvi.

En la presentación de las pruebas con el vehículo de Seat, la alcaldesa de Segovia destacó que “la elección de Segovia como ciudad piloto para el desarrollo de la tecnología 5G, con casos de uso como la conducción asistida a través de la red móvil, es un ejemplo más del interés que despierta esta capital en la revolución digital y respalda el trabajo que se viene realizando para el desarrollo activo relacionado con la nueva economía”.