En el proyecto de ley se recoge que el término fijo de las facturas de electricidad y de gas no podrá representar más del 25% del término variable y la obligación por parte del Estado de incrementar progresivamente su participación en el capital de Red Eléctrica de España hasta alcanzar el 100%. También prohíbe el 'fracking' y establece que el 100% de los coches vendidos en 2040 sean eléctricos, entre otras medidas.

En la presentación de este proyecto, Echenique calificó de "sociópata" a Donald Trump, pero también arremetió contra las empresas eléctricas españolas que "han aumentado un 4% sus emisiones anuales" y las culpó de haber saboteado el desarrollo de las denominadas energías limpias, con la complicidad del anterior gobierno del PP, "en un país que por su climatología podría haber sido líder en energías renovables".

Asimismo, se refirió a "los cinco millones de personas que no pueden calentar sus casas en España porque tienen que elegir entre comer o poner la calefacción".

Por todo ello, agregó que la proposición de Ley de Cambio Climático y Transición Energética es "una ley valiente que no teme hacer las cosas bien y acabar con las trampas de la factura de la luz, cuidar el medio ambiente y luchar contra la pobreza energética", porque "la transición energética es una obligación y una oportunidad".

Ione Belarra, por su parte, portavoz adjunta de Podemos en el Congreso, destacó que la proposición "es una manera efectiva de luchar contra el cambio climático, tras los siete años perdidos por las políitcas ciegas y retrogradas del PP. Necesitamos un giro copernicano", que es lo que pretende esta proposición, indicó.

Los principales objetivos de la proposición de Podemos es que quien contamine, pague; que la transición energética sea un pilar fundamental de la transformación del modelo productivo, y pasar de un modelo energético fósil, derrochador y centralizado a otro renovable, eficiente y descentralizado.

También prohíbe ampliar los permisos de explotación de las centrales nucleares y que en 2024 no haya ya centrales de este tipo operando en España. El cierre de las centrales térmicas de carbón lo fija en diciembre de 2025 y aboga también por un nuevo esquema para las subastas de renovables y medidas de democratización del sistema eléctrico.