Según informó la patronal Oficemen, en los últimos doce meses (entre junio de 2017 y mayo de 2018) se han consumido en España 12,8 millones de toneladas de cemento, 1,1 millones de toneladas más que en el mismo periodo del año precedente.

En este sentido, Oficemen destacó que “estos volúmenes mantienen la demanda anual de cemento en nuestro país en cifras similares a las que se registraban en 2013 y en la mitad de lo que sería un nivel normal de actividad”.

Sin embargo, la patronal señaló que “el alto coste eléctrico, el resultado negativo de la subasta del servicio de interrumpibilidad y el alto precio de los derechos de emisión de CO2, siguen penalizando fuertemente la competitividad industrial de la industria cementera española frente a la producción en otros países con mejores costes”.

En concreto, las exportaciones de cemento y clínker aceleraron su caída en el último período registrado, pasando de perder un 7,3% en el acumulado anual de marzo al 8,5% en el de abril. Así, el cemento de fabricación nacional encadena un año completo de caídas.