Según los plazos establecidos por el Gobierno Regional de Madrid para la limpieza de la Laguna del Aceite tenía que haberse terminado la primera fase en junio de 2018. En esta fase, unos 40.000 metros cúbicos de hidrocarburos líquidos (el 80 % del contenido total), debían haber sido extraídos y quemados en cementeras - método al que se opusieron las organizaciones ecologistas - repartidas por el territorio del Estado. Actualmente, los trabajos están prácticamente paralizados, por lo que los trabajos de retirada del residuo líquido pueden prolongarse más de un año.

Una de las causas de este retraso está en que el ritmo de extracción del residuo – según ha confirmado la Comunidad de Madrid - viene establecido por la demanda del residuo de hidrocarburo por parte de las plantas cementeras. El Gobierno Regional, a la hora de elegir esta solución de tratamiento, quedaba a expensas de un sector que ha visto disminuida su actividad en los últimos años. Para los colectivos ecologistas esta solución no debía haber sido contemplada, entre otros motivos, por el peligro que supone la quema de estos residuos tóxicos.

Los colectivos ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción, Grama y Jarama Vivo instan al Gobierno regional a acelerar los trabajos de limpieza de la laguna. Denuncian que, desde 2009, fecha en la que la Comunidad de Madrid compró la laguna, se acumulan infinidad de promesas incumplidas por parte del Gobierno Regional en cuanto a su limpieza.