Los datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, recogidos por Servimedia, indican que entre el 1 de enero y el 1 de julio de este año se han quemado 9.069,78 hectáreas, cuando la media de la década es de 38.542,44.

Se trata de la segunda cantidad más baja del decenio y mejorada sólo en 2016 (7.991,93 hectáreas). Los peores años son 2012 (127.565,77), 2017 (53.159,63) y 2009 (43.952,25).

En los seis primeros meses de este año se produjeron 2.993 siniestros, de los que 976 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 2.017 conatos (con menos de una hectárea quemada).

De las hectáreas quemadas este año, que suponen un 0,033% del territorio nacional, un total de 871,93 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 6.725,07 hectáreas de matorral y monte abierto, y 1.562,43 de superficie arbolada.

POR ZONAS

Por otro lado, el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentró un 43,80% de los incendios y conatos forestales entre el 1 de enero y el 1 de julio, en tanto que el resto de siniestros se repartieron entre las comunidades interiores (las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 33,91%; el área mediterránea, con un 21,75%, y Canarias, con un 0,53%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 69,15% pertenece al noroeste; un 13,57 a las comunidades interiores; un 12,87% al área mediterránea, y un 4,41% a Canarias.

La mayor cantidad de superficie arbolada calcinada se produjo también en el noroeste (59,25%), por delante de Canarias (25,61%), las comunidades interiores (9,49%) y el área mediterránea (5,64%).