Asebio
La Asociación Española de Bioempresas alerta del cierre de más de 200 compañías del sector en un año
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La Asociación Española de Bioempresas (Asebio) presentó hoy el Informe Anual Asebio 2017, que recoge los datos más importantes del sector biotecnológico español, en un acto donde participó la secretaria de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación, Ángeles Heras, y donde advirtió de que el número total de compañías del sector biotecnológico ha descendido en más de 200 empresas con respecto a 2016.
El documento recoge los datos del sector relativos a 2017 e incluye informes macroeconómicos del estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la Innovación Tecnológica en las Empresas del módulo de uso de Biotecnología.
Uno de los datos más destacados del informe es el estancamiento de algunos indicadores del sector de la biotecnología. En 2016 se contabilizaron 651 compañías con dedicación principal a la biotecnología, con una leve contracción respecto a las 654 de 2015. El número total de compañías del sector biotecnológico ha descendido en más de 200 empresas, pasando de 2.981 a 2.767 en 2016.
Por áreas de actividad, en las ‘biotech’ el 66,8% se dedican a la salud humana y el 23,5% a la alimentación. La inversión en I+D total del sector fue de 617 millones de euros, un 6,6% más que el año anterior.
El presidente de Asebio, Jordi Martí, afirmó que el sector biotecnológico es un “sector especial” por su “volatilidad, niveles de riesgo y extensión de los ciclos” y que “late en zonas de alta sensibilidad social, como la salud, el medio ambiente o la sostenibilidad”.
“Creemos sin complejos que unas cosas y otras nos hacen merecedores de una atención especial y específica. No queremos privilegios, pero sí creemos poder decir, tal y como se recoge en las conclusiones de este informe, que es preciso que la Administración preste atención a ciertas peticiones”, aseveró.
Asebio propuso medidas para solventar las limitaciones que presenta el sistema español en I+D: aumentar el presupuesto público destinado a I+D, tanto en volumen como en calidad; incrementar las subvenciones y tramos no reembolsables en contraposición con los préstamos; mejorar la ejecución de los presupuestos públicos destinados a I+D; articular medidas retroactivas estructurales que solucionen los problemas ocasionados por la política de ayudas basadas en préstamos; dar continuidad a los mecanismos de aplazamiento de deudas; simplificar y reducir el coste y el tiempo necesario para certificar la inversión en I+D y obtener el informe motivado; explorar vías para incrementar el uso que las empresas están realizando del mecanismo de ‘cashback’; habilitar mercados secundarios lo más sencillos y ágiles posibles en los que transaccionar las deducciones y las bases imponibles negativas; y seguir apostando por la financiación no bancaria de las empresas de base tecnológica.
(SERVIMEDIA)
09 Jul 2018
FGH/caa