Los Estatutos aprobados por el PP en su último Congreso Nacional, el de febrero de 2017, dictan que serán los compromisarios –los delegados que los afiliados también eligieron en las urnas– los que en una segunda votación decidan. Pero, en palabras de un barón territorial próximo a Sáenz de Santamaría, “para el PP sería desastroso enmendar la plana a los militantes”.

Las fuentes populares consultadas por Servimedia esperan que no se produzca una cruenta batalla interna tras los resultados de la primera vuelta de las primarias, en las que la exvicepresidenta del Gobierno despuntó al lograr el 36,95% de los votos de los 58.305 afiliados que se pronunciaron por primera vez en su historia sobre la Presidencia nacional del PP.

Casado, a tan solo 1.546 votos de Sáenz de Santamaría, pondrá las cosas difíciles para lograr la ansiada integración, puesto que su intención es cumplir con el propósito que anunció al arrancar la campaña, esto es, “llegar hasta el final”. Sin embargo, en el PP preferirían que la disputa por el trono de Génova se resolviese antes del cónclave del adiós a Rajoy, que se celebrará el 20 y 21 de julio en Madrid.

INTEGRACIÓN

La que fuera su ‘número dos’ de Rajoy en La Moncloa proclamó que buscará la integración nada más conocerse los resultados que la convirtieron en favorita de la militancia. De momento, nadie ha recogido el guante y en su entorno ven un “error” que Casado apueste por alargar la batalla hasta el Congreso Extraordinario. Las fuentes consultadas insisten en que la integración entre sus equipos sería el mejor escenario.

Desde la candidatura de la exministra de la Presidencia trasladan a Servimedia que Casado “se estrellará” si persiste en su intención de que sean los compromisarios los que decidan. Ya están contando apoyos y auguran que les irá “aún mejor en delegados que en votos de afiliados”. Recuerdan que fueron 30 las circunscripciones que se decantaron por el proyecto de Sáenz de Santamaría en la primera votación.

Valoran que sería “injusto” que la exvicepresidenta no saliese vencedora del proceso tras concitar un mayor número de respaldos. “La militancia se ha pronunciado, respetémoslo y hablemos”, repiten desde su entorno. Se ven capacitados para ganar al “verdadero enemigo”, que no es otro que Pedro Sánchez, el líder socialista que les arrebató el poder.

En la candidatura de Sáenz de Santamaría vaticinan ya que los compromisarios de Andalucía y la Comunidad Valenciana irán “en bloque” a favor de su proyecto y animan al segundo clasificado a asumirlo cuanto antes. Es más, algunas fuentes consultadas alertan del “grave problema” que supondría que Casado asumiese la Presidencia del PP por la sospecha que hay en torno a sus estudios.

“¿Volvemos a convocar un Congreso Extraordinario si le imputan en unos meses?”, se preguntan. Quieren hacer ver que el PP, dada su cultura, debería respaldar al unísono a la opción más votada para, de esta forma, acabar con la disputa por la sucesión. En este punto, dicen que la gente de María Dolores de Cospedal, descartada este jueves para la carrera hacia el liderazgo, se verá abocada a apoyar a la opción “más solvente”.

Pero en el entorno de Casado creen que la integración solo es viable si el exvicesecretario general de Comunicación es quien la dirige. Se remiten a un resultado “prácticamente igualado” y, además, se ven “muy fuertes” para convencer a los compromisarios de que la suya es la candidatura que impide que el partido se fragmente.

En todo caso, reconocen que están en el mejor escenario, “el que hubieran firmado de calle el primer día de campaña”. Su estrategia se está cumpliendo y creen que pueden arrastrar al entorno del resto de precandidatos, sobre todo el de Cospedal, para hacer un bloque común que deje a Sáenz de Santamaría sin opciones.

PRESIÓN POR LA UNIDAD

Los ‘fontaneros’ de Génova rechazan que “sea automático” que los compromisarios “que controlaba Cospedal se vayan de forma directa en contra de una candidatura”. “Habrá una presión muy fuerte para lograr la unidad y para votar a la mejor opción. Habrá llamadas continuas buscando que se ceda”, aducen.

No obstante, desde el núcleo duro de Casado dicen a esta agencia que aspiran a imponerse en el Congreso Extraordinario con un 60% de los compromisarios. “Eso sí que será legitimación”, deslizan, y añaden que ahora el cuerpo de electores es distinto y los “decisivos son los indecisos”. “Aunque el compromisario sea más del aparato que el afiliado, al final es una persona”, comentan convencidos.

El equipo de la todavía secretaria general se llevó ayer una decepción. Durante la jornada, su equipo comentaba a Servimedia que iban “a arrasar”. Ahora, tras lograr el bronce y verse apartados de la carrera por el liderazgo, están pensando qué hacer “con la llave” que dicen tener para “elegir al presidente que queramos”.