Congreso del PP
Santamaría ofrece integración y Casado promete luchar hasta el final
- Cospedal se descarta para ocupar cargo orgánico
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Soraya Sáenz de Santamaría se erigió este jueves en la favorita de la militancia, con el 36,95% de los apoyos y una diferencia de 1.546 votos con respecto a Pablo Casado, al que ofreció “integración y unidad”. Sin embargo, el segundo clasificado abogó por medir sus fuerzas en la segunda vuelta de las primarias, en la que decidirán los compromisarios.
Tras saborear su triunfo, la exvicepresidenta del Gobierno compareció en la sede nacional del PP y enfatizó que “los militantes quieren y merecen un esfuerzo de unidad”. Se dirigió expresamente a Casado para cumplir con lo que consideró el deseo de “integración” de los afiliados que hoy han tomado la voz por primera vez para señalar el liderazgo del partido.
Sáenz de Santamaría se acordó también de los precandidatos y equipos de “extraordinaria valía” que no han pasado a la segunda vuelta, y concretamente de los partidarios de María Dolores de Cospedal. “Sería un lujo poder contar con ellos” porque “no sobra absolutamente nadie”, sostuvo la que fuera ‘número dos’ de Mariano Rajoy en La Moncloa.
Sin embargo, las palabras de la exvicepresidenta pueden quedar en un anhelo si se atiende a lo proclamado por Casado, que tras verse en segunda posición y con un resultado “muy igualado”, prometió dar la batalla hasta el final. Es más, para imponerse en la ronda final, que se celebrará el 20 y 21 de julio en el Congreso Extraordinario, tendió directamente la mano a Cospedal.
La todavía secretaria general del PP se queda ya al margen de la carrera sucesoria. Los 15.090 votos cosechados no han sido suficientes para pasar el corte y, llegado este momento, prometió “no entorpecer a quien sea el futuro presidente o presidenta del PP”. Además, aseguró que no aspira a “ninguna responsabilidad ni cargo” tras quedar en tercer lugar.
Abogó por abrir un tiempo de reflexión y, aunque no para ella, sí pidió que los que han apoyado su candidatura, entre ellos ganadores de elecciones, sigan estando presentes en el PP, porque “un 26% de los militantes (los que la han votado) no pueden quedar fuera” en la etapa que se inaugurará tras el cónclave extraordinario de la sucesión.
A partir de ahora, los dos candidatos oficiales tienen 15 días para diseñar una estrategia de integración o se verán abocados a medir sus fuerzas en el Congreso Extraordinario, en el que tomarán la palabra los delegados de la militancia, esto es, 3.134 compromisarios. De éstos, 522 son natos y 2.612 electos. En porcentaje, vuelven a tener gran representación Galicia (10,7% de los compromisarios), Madrid (7,9%), Andalucía (18,2%), Comunidad Valenciana (13,4%), Castilla y León (10,6%) y Castilla-La Mancha (7,6%).
En la primera vuelta, en la que se han pronunciado 58.305 afiliados (el 86,8% de los inscritos), Sáenz de Santamaría se impuso en Andalucía, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Canarias, País Vasco, La Rioja, Cantabria y Melilla. En total, fueron 30 circunscripciones las que la hicieron su favorita.
Casado se alzó con la victoria en la Comunidad de Madrid, Aragón, Cataluña, Extremadura (por solo cinco votos sobre Cospedal), las Islas Baleares, Murcia y Navarra. En total, superó en 14 circunscripciones a sus rivales.
La exministra de Defensa, a pesar de que su equipo vaticinaba que “arrasaría”, se quedó con importantes apoyos en Castilla-La Mancha, Galicia, Asturias y Ceuta, donde fue preferida frente a los dos candidatos oficiales a la Presidencia del PP.
(SERVIMEDIA)
06 Jul 2018
MFN/caa/nbc