Alrededor de 300 grupos scouts y más de 30 grupos locales de Greenpeace –un total de más de mil personas- repartirán por todo el país más de 30.000 folletos en distintos idiomas dirigidos a turistas y a habitantes de poblaciones en montes y bosques.

El objetivo es paliar la carencia de planes contra incendios forestales en muchos pueblos y localidades en materia de prevención, emergencia y autoprotección. De hecho, se estima que el 80% de los municipios en zonas de alto riesgo no tiene protocolos ni planes en este sentido.

“Es necesario gestionar el riesgo de incendios en dos direcciones: por un lado, con una correcta gestión forestal, de forma que se protejan los bosques y a las personas que los habitan; por otro, dado que la prioridad de los operativos en un incendio son las personas y los bienes por encima del medio ambiente”, dijo el responsable de Movilización de Greenpeace, Juande Fernández.

Para los scouts, la unión entre las dos ONG “es una alianza natural” porque la “colaboración es además una oportunidad para que nuestros niños y niñas se conciencien y ayuden a concienciar a la sociedad de la importancia de la prevención ante los incendios”, explicó el presidente de Scouts de España, Diego Cobos.

Tal y como recoge la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales, es obligatorio que existan planes de autoprotección de empresas, núcleos de población aislada, urbanizaciones o campings que se encuentren ubicados en zonas de riesgo.

Las consecuencias del cambio climático, como olas de calor y sequías, convierten las áreas rurales en un paisaje altamente inflamable. Según denuncian las dos organizaciones, la planificación urbanística, con viviendas insertadas en mitad de montes y bosques que se consideran “indefendibles”, no tiene en cuenta el riesgo de incendios forestales.