El Juzgado de Instrucción 28 de Barcelona se encargó de la investigación hace más de un año tras alertar la Audiencia Nacional de la posible existencia de una compra ilegal de órganos por parte del expresidente del Barça.

La operación de compra se descubrió a raíz de unas llamadas interceptadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional. En ellas, Rosell reconocería abiertamente que el hígado donado para el trasplante que necesitó Abidal en su momento no era de un primo francés del jugador, sino que se compró de manera ilegal en el mercado negro.

En otra conversación interceptada por las Fuerzas de Seguridad, Rosell acusaría a Abidal de ser un "grandísimo hijo de puta" por no haberle agradecido que le salvase la vida y abandonara el Barça dos años después de su operación haciendo críticas al club.

El juez decidió el archivo tras recibir la respuesta a la comisión rogatoria que envió a las autoridades francesas para que investigaran si la donación por parte de un primo del jugador revestía visos de ilegalidad. Al no encontrar indicios de ilícito, el juez decidió el archivo sin citar a declarar a Rosell.