Calvo compareció ante la Comisión Constitucional del Congreso a petición propia y de los grupos del PP y Mixto para exponer las líneas básicas de lo que va a ser su responsabilidad como vicepresidenta y encargada de las relaciones con las Cortes. La semana que viene lo hará ante la Comisión de Igualdad para referirse a este Ministerio que también preside.

Al comienzo de su intervención, defendió la moción de censura como “uno de los logros importantes de la democracia representativa”, donde las Cortes eligen al presidente, y resaltó la normalidad con la que se traspasaron los poderes.

En esta línea, prometió que el Gobierno mantendrá la lealtad, el respeto y el diálogo con los grupos políticos y el resto de administraciones, y calificó de “absolutamente prioritario devolver al Congreso la prioridad”, donde los miembros del Ejecutivo comparecerán con regularidad para la rendición de cuentas.

Además, prometió “dejar atrás algunas prácticas”, como el veto del anterior Gobierno a iniciativas legislativas, que ya ha empezado a levantar, pero matizó: “Esto no significa que el Gob se desprenda una prerrogativa constitucional”, como es este derecho de veto. Eso sí, anunció que se lo reservará “para los casos en que lo considere estrictamente necesario”, puesto que el TC consideró que el Gobierno del PP llevó a cabo casi “una inhabilitación del Parlamento” con esos vetos.